Esta semana muchas ONG han andado alborotadas por la edición del informe del Banco Mundial sobre acaparamiento de tierras, que en inglés tiene por título Protecting land rights is key to successful large-scale land acquisitions. En él, el Banco Mundial reconoce la violación de derechos humanos que han representado estas entregas de tierras a fondos de inversión, fondos soberanos o empresas multinacionales, y dice que mejor respetar los derechos humanos -no expulsar a la gente, sino pagarles bien para que se vayan- para que las adquisiciones sean un éxito y además sean viables.

Como no podía ser de otra manera, nos oponemos a este planteamiento. Nuestro trabajo (difícil) consiste en argumentar por qué es mejor que estas adquisiciones no se permitan. Tenemos que convencer a los políticos que las van a autorizar de que es mejor invertir en la agricultura familiar, en vez de permitir su expulsión. Convencerles no va a ser fácil, sobre todo por este gráfico que aparece en el informe del Banco:

Comparación de la productividad entre cuatro tipos de propiedad agrícola en IndonesiaEste gráfico muestra claramente algo de lo que ya hablé en la entrada ¿Alimentarán los campesinos al mundo?.  La respuesta es «depende», por supuesto. Pero lo que no podemos decir es que lo harán siempre de forma más eficaz. El gráfico muestra que el rendimiento de la inversión es menor cuando la hace sólo la familia campesina. Es cuando ésta gana más dinero. Si se asocia con la multinacional, el rendimiento de la inversión sube al doble, pero la familia gana la mitad. Si en vez de esto le alquilan la tierra a la empresa, todavía ganan menos. Y en el cuarto caso, en el que la empresa se queda la tierra, todo es para ella.

Obsérvese que en los tres últimos casos el Estado ingresa impuestos en abundancia, cosa que no hace con la familia campesina (que suelen moverse en la economía informal). Y ahí viene la elección difícil que tiene que hacer la clase política: si quieren beneficiar al campesino, perderán en crecimiento de la economía. Ya lo dijo Alain de Janvry en Agriculture for development: New paradigm and options for success:

This implies that social choices must be made in weighting the various development outcomes of agriculture. Small farms may be preferred over (or in association with) large farms not only on efficiency grounds (if an inverse relation exists between total factor productivity and farm size), but also because they allow autonomous income generation by the rural poor, even if at the cost of a growth trade-off.4 Technologies that create employment in agriculture and in agribusiness may be preferred over labor-saving technological changes as the labor market becomes an increasingly important instrument through which productivity gains in agriculture are translated into welfare gains for rural populations. Agro-ecological approaches may be preferred when negative externalities in chemical-based farming cannot be internalized, even if at the cost of yield and risk trade-offs, and even if they are more demanding in public assistance to achieve a productivity revolution for Sub-Saharan Africa. Particularly in the world of international development agencies, we have too long wished for a world where win-wins dominate the outcome set, in part to avoid protracted political debates (as for example in the growth-equity debate, see Banerjee, Deaton, Lustig, and Rogoff, 2006). But win-wins have to be recognized as the exception more than the rule. Trade-offs in the process of agricultural growth thus require making difficult social choices, expectedly based on solid information and democratic participation to establish priorities, requiring a set of institutions and practices that typically need to be reinforced in developing countries.

Atención a las últimas frases: estamos acostumbrados a que lo que proponemos son soluciones win-win, en las que todo el mundo gana. Pensemos en vez de esto que habrá que elegir entre dos opciones, una con mayor crecimiento, y otra con mayor disminución de la pobreza, o no convenceremos a los políticos, que pueden ver nuestras soluciones como ingenuas.

PS: esta es la opinión de GRAIN sobre el estudio.

Y otra opinión de peso: Ian Scoones, del IDS, en la página del TNI