Acabo de descubrir horrorizado que durante años he podido estar pasando información a la CIA, mucho antes de que nuestros teléfonos y correos electrónicos estuvieran conectados con Obama. Ha ocurrido durante años, en muchos países de América y África, y también en España. Este documento desclasificado de la CIA lo prueba.
Se trata de un manual de sabotaje de la segunda guerra mundial, destinado a provocar el caos en Alemania para facilitar la invasión. He aquí alguna de las instrucciones que daban, en la página 28:
¿Cómo sabotear reuniones?
1) Insiste en hacerlo todo a través de «canales». No permitas que se utilicen atajos que permitan decisiones expeditas.
2) Haz discursos. Habla tanto como puedas y durante mucho tiempo. Ilustra tus argumentos con largas anécdotas y relatos personales.
3) Cuando sea posible, deriva todos los temas hacia comités «para un mejor estudio y consideración».
4) Menciona temas irrelevantes tanto como te sea posible.
5) Discute el significado de cada palabra en las actas y comunicaciones.
6) Pide continuamente tener precaución, actuar sin prisa y no precipitarse en cosas que después pueden causarnos problemas.
7) Reabre temas cerrados en reuniones anteriores y pide que se revisen.
8) Preocúpate sobre la legitimidad de cada decisión. Pregunta cada vez si es este grupo el que está legitimado para decidir o si está en conflicto con la política de algún otro grupo.
¿Cuántos de ustedes piensan ahora que la mitad de los asistentes de aquella reunión que recuerdan eran de la CIA, o al menos habían sido entrenados por esta? Todavía puede ser peor. Vean ahora lo que dice de sus jefes (¡y los míos!):
Instrucciones para directores y supervisores para sabotear el trabajo:
2) Malinterpreta las órdenes o haz preguntas interminables o mantén una larga correspondencia sobre estas órdenes.
6) Al asignar trabajo, asigna el trabajo poco importante primero. Asigna el trabajo importante a los más ineficientes.
7) Exige un trabajo perfecto en aquellos que no sean importantes.
9) Al formar nuevos trabajadores, da instrucciones incomprensibles.
10) Para bajar la moral, elogia a los trabajadores ineficientes y promociónalos de forma inmerecida. Discrimina a los buenos trabajadores y quéjate de su trabajo.
Y mi preferido, el 11): Mantén reuniones cuando haya trabajos más importantes que hacer.
Ahora, mis escasos lectores, ¿quién sigue pensando que no ha estado trabajando para la CIA?
(via Chris Blattman).
May 1, 2014 at 10:59 am
hahahaaha, a qui se li podria ocórrer una interpretació tan divertida?
octubre 28, 2014 at 11:16 am
Boníssim!!!!!